Multitudinaria marcha en Plaza de Mayo: el peronismo se movilizó en apoyo a Cristina Kirchner

 Una impresionante movilización colmó hoy la Plaza de Mayo y las calles aledañas en respaldo a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK), quien cumple prisión domiciliaria tras la confirmación de su condena a seis años de prisión por la causa Vialidad. La manifestación, convocada por el Partido Justicialista (PJ) junto a diversas organizaciones peronistas, sociales y sindicales, reunió a cientos de miles de personas –estimaciones de los organizadores hablan de hasta 300 mil asistentes–, convirtiéndose en una de las mayores demostraciones de fuerza política de los últimos años en la Ciudad de Buenos Aires. 

Desde su departamento en el barrio de Constitución, donde permanece bajo arresto domiciliario con una tobillera electrónica y la prohibición de salir al balcón, Cristina Kirchner se dirigió a la militancia mediante un mensaje grabado de ocho minutos, seguido de una breve intervención en vivo. En su discurso, amplificado por parlantes en la Plaza, la expresidenta arremetió contra el gobierno de Javier Milei, calificando su modelo económico como “injusto, inequitativo e insostenible”. Comparó las políticas actuales con las de José Alfredo Martínez de Hoz durante la dictadura militar y Domingo Cavallo en los 90, asegurando que “este modelo se cae, tiene vencimiento como el yogur”.

CFK también criticó al ministro de Economía, Luis Caputo, acusándolo de “alquilar dólares para simular que tiene reservas”. “Más chanta no se consigue”, afirmó, y añadió: “El verdadero poder económico sabe que este modelo no tiene futuro, y por eso estoy presa”. La expresidenta se mostró firme, agradeciendo las muestras de apoyo en su domicilio y en distintos puntos del país. “Pueden encerrarme a mí, pero no a todo el pueblo argentino. Los que están asustados no somos nosotros, son ellos”, enfatizó.

Haciendo referencia a la consigna “Vamos a volver” que corearon los manifestantes, CFK evocó los logros de su gestión: “Un país donde los pibes puedan comer cuatro veces al día, que en el colegio les den libros y computadoras, que los laburantes lleguen a fin de mes y puedan ahorrar para un auto o un terrenito, que los jubilados tengan remedios. Ese país no fue una utopía, lo vivimos durante 12 años y medio”.

La marcha comenzó a gestarse desde temprano, con columnas de distintas agrupaciones peronistas concentrándose en puntos estratégicos del microcentro porteño, como la avenida 9 de Julio, avenida Belgrano, avenida de Mayo y la zona de Constitución, cerca del domicilio de CFK. La Cámpora, el Movimiento Derecho al Futuro liderado por el gobernador Axel Kicillof, el Frente Renovador de Sergio Massa y el Frente Patria Grande de Juan Grabois fueron algunos de los sectores que confluyeron en la Plaza de Mayo. También participaron intendentes como Mayra Mendoza, de Quilmes, quien se destacó coordinando la organización del escenario montado durante la noche previa.

A pesar de la falta de un llamado orgánico de la CGT, varios sindicatos se sumaron, como La Bancaria, que se movilizó desde Sarmiento 341. Además, se registraron concentraciones frente al domicilio de la expresidenta, en San Juan y San José. Por su parte, sectores de izquierda realizaron un acto paralelo en el Obelisco, rechazando la proscripción electoral impuesta a CFK por la Corte Suprema, aunque cuestionaron su figura política.

El gobierno de Milei, por su parte, ratificó la vigencia del protocolo antipiquetes, desplegando un fuerte operativo de seguridad con unos 2000 efectivos de la Policía Federal. Se instalaron vallados alrededor de la Casa Rosada, en Comodoro Py, el Congreso y la Corte Suprema, además de controles en los accesos a la Ciudad, como la autopista Ricchieri. El vocero presidencial, Manuel Adorni, afirmó: “La calle es de la gente, no es del kirchnerismo ni del Gobierno”, y aseguró que las fuerzas federales trabajarían para garantizar el orden. Sin embargo, reconoció la legitimidad de la marcha: “Nadie pretende que la gente no se exprese”. A pesar del operativo, la magnitud de la movilización desbordó las previsiones oficiales, con imágenes de una Plaza de Mayo colmada y calles aledañas repletas de manifestantes.

La marcha se produce en un contexto de alta tensión política, tras la confirmación de la condena de CFK y su inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, una medida que el peronismo considera una proscripción política. La consigna “Argentina con Cristina” y los cánticos de “Vamos a volver” reflejaron la intención de la expresidenta de mantener su centralidad política, incluso desde el confinamiento. La movilización también sirvió como una demostración de unidad del peronismo frente a un gobierno libertario que enfrenta crecientes críticas por la situación económica, marcada por la inflación y la devaluación.

La jornada no registró incidentes significativos hasta el cierre de esta nota, aunque la magnitud de la marcha y la retórica confrontativa de ambos lados –el gobierno y el peronismo– evidencian un escenario de polarización que promete mantenerse en los próximos meses. La imagen de una Plaza de Mayo repleta, con banderas peronistas y cánticos en apoyo a CFK, refuerza la relevancia de la expresidenta como figura de oposición, mientras el gobierno de Milei enfrenta el desafío de contener el descontento social en un contexto económico adverso.

Fuente: (Zona Oeste Diario)

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