En el caso de Armoa, los fiscales recordaron que es reincidente, ya estuvo preso nueve años y medio por el delito de robo con arma de fuego.
"Existen para esta fiscalía elementos de convicción suficientes y motivos bastantes para sostener que los imputados han participado en la comisión de los hechos reseñados en calidad de coautores, surgiendo ellos de las pruebas recolectadas en la investigación de instrucción", reseñaron en su requerimiento de elevación a juicio.
Por su parte, el abogado que representa a la familia de Rivero, Hugo López Carribero, dijo a Télam que también adhiere al pedido de la fiscalía, ya que "hay suficientes pruebas en contra de los acusados para que sean condenados a la pena máxima de prisión perpetua".
"Fue una tragedia y demostraron un desprecio total por la vida. No era necesario matar por 500 pesos y dos teléfonos celulares", agregó el letrado, quien dijo que espera que los imputados pasen "el resto de sus vidas en prisión".
Andrea Caballero, esposa del colectivero asesinado, dijo a Télam que espera que el caso llegue a juicio y que se haga justicia por su marido.
"Le arrancaron la vida sin piedad. Nos dejaron totalmente destruidos. Todos los días es un día más sin él. No voy a parar hasta que condenen a perpetua a los asesinos. No lo dejaron ver crecer a sus hijos porque le arrebataron la vida por nada ", expresó la mujer.
El crimen de Rivero, quien trabajaba en la línea 312 de la empresa de colectivos "La Perlita", ocurrió el martes 16 de junio, cerca de las 20, cuando el chofer fue con su mujer a hacer compras.
Según contó la viuda, ambos fueron en su Renault Sandero azul y se detuvieron en un comercio situado en Sucre, entre Esquiú y Finochietto, del barrio La Blanquita, donde ella bajó a comprar una gaseosa mientras su marido se quedó a bordo del auto en marcha.
En esas circunstancias, Rivero fue abordado por dos asaltantes que quisieron robarle y se resistió.
"Ahí siento el tiro y el grito de él", relató la mujer que estaba a pocos metros y que, al regresar al auto, encontró a su marido caído para el costado, con medio cuerpo colgando hacia afuera, ya que los asaltantes intentaron sacarlo para llevarse el rodado.
La mujer alcanzó a sacar la llave del vehículo y forcejeó con uno de los ladrones, quien escapó con su cómplice tras apoderarse de los teléfonos celulares de la pareja, una riñonera con 500 pesos y documentos que estaban al lado de la palanca de cambio.
Caballero llevó a su esposo hasta el hospital Eva Perón, aunque Rivero sufrió tres paros cardíacos cuando era intervenido y murió debido a que el proyectil que lo impactó le ingresó por la axila a la altura del hombro derecho y le afectó los pulmones y el corazón.
Fuente: (Zona Oeste Diario)
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